Buenos Aires tiene un aire muy singular que cautiva a sus visitantes que vienen de todo el planeta a descubrir y familiarizarse con el país de la buena carne, el dulce de leche, el fútbol, y tantas cosas lindas que caracterizan a esta tierra.
Sin embargo, muy hablado y conocido es su arquitectura singular que parte desde una visión colonial para ir pasando a edificios con estilo italiano y francés, terminando en edificios de gran altura y con un modernismo típico de nuestra era. Toda esa mezcla hace que Buenos Aires tenga una nostalgia constante, parte que se siente estampada en sus calles y edificios.
De hecho, hoy vamos a ver el caso de un tipo de construcción clásico en la ciudad de Buenos Aires, y se trata de la casa chorizo, que fueron el albergue de muchos habitantes de tierras lejanas que vinieron a cumplir aquí sus sueños.
Pero ¿en qué consiste y porqué lleva este nombre? Eso mismo lo veremos a continuación.
¿Cómo es una casa chorizo en Buenos Aires?
Lleva el nombre de casa chorizo, las construcciones de habitaciones iguales en una misma casa a lo largo de un punto longitudinal.
Esto se puso en práctica desde 1880 hasta 1930 y aún podemos ver algunas casas con dichas construcciones.
Claro, el tema es que venían muchas personas de Europa e incluso del propio interior del país a radicarse a Buenos Aires, y necesitaban un lugar, es por eso que se pensó en este tipo de construcción para aprovechar el espacio lo máximo posible.
Para esto las manzanas se dividieron en parcelas de unos 8,66 metros aproximadamente de frente y en el medio de las mismas quedaban las parcelas mas alargadas.
Este tipo de construcción se lo puede relacionar con el conventillo típico, aquel que albergo a migrantes de diferentes lados, donde contaba con un patio principal que era el punto de reunión de aquella vivienda, así como también tiene cierta similitud con la casa romana, la casa pompeyana y la mediterránea, viéndose claramente como la influencia italiana española se hacía vigente en la ciudad emergente que ahora era la gran metrópolis que recibía el afluente de inmigrantes que vinieron a hacer grande esta ciudad.
El esquema mediante el cual eran organizadas estas casas eran muy sencillas, de hecho, se conformaban de una galería y un patio, que a lo largo del terreno se distribuían las habitaciones.
Cada una de ellas tenía un tamaño igualmente proporcional de 4×4, dejando la zona de servicio al fondo.
Según las necesidades y capacidades de la persona que deseaba construir, allí el arquitecto disponía los elementos necesarios para la construcción del mismo y su distribución y tamaño.
¿Para quién era este tipo de casa?
El estilo de vivienda o casa chorizo era común de encontrar en las urbanidades y en un principio era pensado solo para una familia, donde la galería era el punto de encuentro en las tardes para los habitantes así como de paso para transitar de una habitación a otra o para acceder a la cocina.
La habitación principal solía ser la recepción, generalmente con dos balcones de frente, mientras que los dormitorios se distribuían por el patio principal, continuados por el comedor, y luego quedaba el patio de servicio.
En verano las puertas vivían abiertas de par en par, y la galería era el lugar donde se aprovechaba para disfrutar del aire que allí circulaba naturalmente, mientras que en invierno las puertas exteriores de las habitaciones se cerraban y se podía circular por dentro, con puertas que unían una con otra.
Esto nos deja pensando quizás como habrá sido la intimidad en aquellos tiempos, pero es sabido que el sistema patriarcal poca importancia le daba a la privacidad.
La puerta principal en antiguos tiempos solía permanecer abierta para dejar entrever las flores del jardín. Dicha puerta era de madera mientras que la siguiente puerta que permitía acceder al patio era de vidrio o reja.
Actualmente las casas chorizos de Buenos Aires, no todas, pero en su mayoría han sido remodeladas, algunas divididas en dos viviendas, otras han quedado en el modo “conventillo”, siendo alquiladas las habitaciones en forma individual para personas solas o parejas.
Además, muchas de ellas, han sido restauradas y convertidas en hostel u hoteles boutique, con un estilo y diseño típico.